Reloj de sobremesa con guarnición Cupidos

Popon, relojero

Tercer cuarto del siglo XIX. Estilo Luis XVI.
Reloj: 65 * 70 * 25 cm.
Candelabros: 80 * 30 * 28 cm.

La caja de este reloj está protagonizada por las figuras de tres amorcillos o cupidos, de bulto redondo, elaborados en bronce dorado. Dos de ellos sujetan una guirnalda de flores y el tercero, en la parte superior, porta una antorcha con una mano y agarra una guirnalda con la otra. Rodean un globo esmaltado de azul que aloja la máquina del reloj. En el frente, las cifras horarias, en resalte, policromadas en dorado. Las agujas son de metal dorado y dispone de dos bocallaves para dar cuerda al tren de marcha y al de sonería. En la parte trasera, una puerta circular, con bisagra, permite observar la máquina. El conjunto se apoya en una peana de bronce dorado adornada con motivos vegetales, volutas, hojas de acanto y patas bulbosas.

Los candelabros también están protagonizados por la figura de sendos amorcillos de bulto redondo, erguidos, que apoyan sus pies en una semiesfera esmaltada de azul y una peana de perfil ondulado en bronce dorado con adornos geométricos, espejos y motivos vegetales. Con sus manos sujetan el cuerpo de luces integrado por ocho brazos ondulados y uno central, recto y más alto, rematados en arandelas planas y mecheros bulbosos.

En cuanto al autor de la máquina, Tardy documenta a un relojero apellidado Popon en París, en la rue Charlot trabajando entre 1850 y 1860 pero poco más podemos comentar de él.

La primera vez que se menciona este reloj en los documentos del fondo histórico del Archivo del Senado es en una cuenta presentada por la relojería Fanjul y González el 30 de diciembre de 1892. Lo volvió a reparar el establecimiento de J.G. Girod en 1901.
Este reloj representa uno de los asuntos más tratados en los relojes de estilo Luis XVI: el amor personificado por grupos de amorcillos en posturas escorzadas. Este tema fue muy popular y como tal son numerosos los ejemplares localizados en otras instituciones públicas y privadas tanto nacionales como extranjeras. (Extracto del texto de Amelia Aranda Huete, dentro del libro "Los Relojes del Senado", editado por el Senado, Madrid, 2025, pág. 122).