Homerou Ilias = Homeri Ilias

Homerou Ilias

Homero

Homerou Ilias = Homeri Ilias

[Venetiis : in aedibus Aldi et Andreae Asulani soceri, 1517, mense Junio]

Entre las diferentes ediciones de la Iliada de Homero conservadas en la Biblioteca del Senado, destaca un pequeño volumen en doceavo, con una hermosa encuadernación en plena piel de tafilete carmesí, adornada con marcos dorados y un tejuelo de piel verde, correspondiente, aunque no se mencione expresamente la data, a la edición veneciana de 1517 del impresor y editor Aldo Manucio (filius), con títulos paralelos en griego y latín, una brevísima introducción latina de Aldus y el texto íntegro del poema en griego, que en nuestro ejemplar aparece anotado y comentado sistemáticamente a pluma manuscrita, con marginalia tanto en griego como en latín y marcas alusivas a su división métrica. 

El fundador del taller y padre del impresor de este ejemplar, Aldo Manucio, había recibido una profunda formación humanística en latín y en griego en Roma y Ferrara, especializándose en literatura helena y convirtiéndose finalmente, con el apoyo financiero del príncipe Alberto Pío de de Carpi, de quien fuera preceptor en su juventud, en editor e impresor, con el noble objetivo de dar a conocer, promover el estudio y garantizar la pervivencia de los textos de los principales autores clásicos, con especial atención a los griegos, pero sin descuidar los latinos ni los de los humanistas de su época. A dichos efectos, y además de publicar las primeras ediciones (princeps) de buena parte de ellos, Aldus introdujo importantes innovaciones técnicas, tales como la “parva forma”, o edición en pequeños formatos, que prefigura ya el posterior libro de bolsillo; la contraposición del texto original y su traducción en dos columnas paralelas; la paginación mediante guarismos arábigos o —precisamente a efectos de reducir la caja de composición o escritura para imprimir en doceavo y dieciseisavo— la letra itálica o cursiva.

Con anterioridad, debido a la escasa demanda en su lengua original, los textos griegos se imprimían casi exclusivamente en sus traducciones latinas. Para garantizar la exactitud de sus ediciones, Manucio contrastaba diferentes versiones manuscritas e iba depurando los errores, llevando a cabo verdaderos estudios filológicos. Su compromiso humanístico y docente, en evitación de que el legado de los autores clásicos cayera en el olvido, le llevaría incluso a fundar una academia, continuadora de la de Marsilio Ficino, dedicada al estudio de la lengua y literatura griegas, por la que pasaron humanistas de la talla del mismo Erasmo de Rotterdam, quien completaría allí sus Adagia, de los que el numerado como 1.001 se dedica al motto latino “Festina lente” (apresúrate despacio).

Proveniente de una sentencia griega, y consagrado por el emperador Augusto como divisa del buen gobernante, que no debe actuar con precipitación, este lema había sido precisamente el adoptado por Manucio para su marca tipográfica, complementado con la imagen alegórica de un áncora rodeada por un delfín, donde la primera simbolizaba el trabajo lento y riguroso del impresor y el editor de textos y el segundo la premura. El mensaje era, en conclusión, el de que únicamente las ediciones rigurosas y cuidadas podían hacer posible el avance del conocimiento y el de la cultura literaria humanística. La portada del aldino aquí comentado, del que según nos informa el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español únicamente se conserva otro ejemplar en la Universidad de Salamanca, incluye también este emblema, flanqueado por el praenomen del responsable, AL  / DUS.

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