Figura

Eduardo ROLDÁN (Madrid, 1926 - 2017)

Acrílico sobre lienzo, 120 * 100 cm.

Eduardo Roldán estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, y años más tarde completaría su formación en la Facultad de Bellas Artes. Su primera exposición individual tuvo lugar en el Ateneo de Salamanca en 1957. Ha expuesto también en Madrid (en galerías como Orfila y Kandinsky) y en Ginebra, ciudad donde vivió algunos años.

Su pintura nos ofrece una galería de curiosos personajes. En su primera etapa, se trata de seres de rasgos esperpénticos (generales cubiertos de medallas o pomposas damas) y distorsionados con un sarcasmo corrosivo. Pero tras esta fase más narrativa y crítica, el contenido pasa a un segundo plano; entonces las figuras se vuelven más borrosas, y es la pintura la que cobra protagonismo, con una enfática gestualidad. Así sucede en este caso. El personaje, de silueta vaga, es una figura grotesca que parece cabalgar (acaso evocando las brujas de Goya). La factura, con sus arrastres y salpicados de pintura, exalta la espontaneidad del proceso creativo. (Texto de Guillermo Solana Díez, dentro del libro "El Arte en el Senado", editado por el Senado, Madrid, 1999, pág. 406).