Andrea Gritti, dux de Venecia

ANÓNIMO. Escuela italiana

Siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 185 * 97 cm.

Este cuadro junto con otro que conserva el Senado representan a sendos Dux, palabra de origen latino utilizada para designar a los jefes electivos de la República de Venecia o de la República de Génova, los dos únicos lugares donde existía este apelativo para designar al jefe del gobierno. Los Dux de Venecia fueron, en principio, Duques elegidos por Bizancio, cuya misión era la de controlar la administración local de esa posesión bizantina. Existieron desde finales del siglo VII y, tras la caída de Rávena en el 751, fueron adquiriendo paulatinamente autonomía hasta constituir un gobierno independiente, para desaparecer en 1797 tras su abolición por los franceses durante el mandato de Napoleón. El mismo final tuvieron los Dux de Génova, donde se dio este título al primer magistrado de la ciudad desde 1339, a imitación de Venecia.

Aunque no se conoce su autor es evidente que fue de origen italiano, dado el personaje retratado, y quizá activo en las primeras décadas del siglo XVII, a juzgar por la sequedad de su factura y la rigidez de la figura. Ésta aparece revestida con el traje de ceremonial característico de estos altos mandatarios, formado por un amplio mano de tisú rojo, bordado en oro y forrado de armiño, con esclavina, con esclavina de la misma piel y casquete ducal encarnado. Andrea Gritti nació en la ciudad de los canales en 1455 y en ella falleció en 1538, y fue Dux de Venecia desde 1523 hasta su muerte. Inició su carrera política en Constantinopla, donde era comerciante, negociando la paz entre los turcos y Venecia. Su mandato se caracterizó fundamentalmente por la búsqueda del equilibrio entre el Imperio y Francia, alternando sus alianzas y enfrentamientos entre Carlos V y Francisco I. Lo más probable es que su aspecto no fuera el que aquí posee, sino que esta obra fuera un "retrato supuesto", destinado a representar únicamente su imagen pública y su rango político, sin la intención de describir su apariencia real. (Texto de Trinidad de Antonio, dentro del libro "El Arte en el Senado", editado por el Senado, Madrid, 1999, pág. 82).